Los VANT (vehículo aéreo no tripulado), o como se llaman comúnmente, Drones, son aeronaves que realizan vuelos sin tripulación. Los hay de diferentes tamaños y complejidades, por lo que son muy versátiles: contribuyen tanto al ámbito militar como al sanitario, pasando por supuesto por medio ambiente y también en la grabación de eventos.
La lista de aplicaciones es muy amplia…
Los drones como tal – es decir, los que no denominamos como VANT – , no son más sofisticados que un simple radio control. Su autonomía no excede de 4 horas. Pero las versiones más complejas pueden tener una autonomía suficiente en cuanto a batería, autopilotaje, control de estabilización autónomo, cámaras, etc. Sin embargo, son estos VANT los que están aplicados a usos más restringidos y sectores con mayor presupuesto (el más ejemplar, el militar).
La mayoría de drones y algunos modelos de VANTs no son lo suficientemente autónomos, aunque podremos ver, seguramente, que en los próximos años los nuevos avances en tecnología permitirán hasta tener drones de juguete con autopilotaje.
Pero si los drones están expandiendo sus usos, ¿qué ocurre con los controles de vuelo? La legislación cubre los ámbitos de vuelo de los drones, y dependiendo del tamaño, se incrementa la presión legilativa, ya que los drones, a pesar de ser un gran avance tecnológico, pueden hacer bastante daño. A parte de que pueden ser mal pilotados – por ello se solicitan permisos especiales para el piloto – se pueden emplear para actos delictivos.
Un ejemplo, es el caso en Tokio en el cual un Drone fue encontrado en la terraza de un edificio gubernamental y contenía una cámara y un líquido radiactivo. Afortunadamente no hubo nadie herido, pero esto quiere decir que de momento estos robots pueden evitar cualquier seguridad y provocar males mayores.
En España, el Real Decreto – Ley 8/2014 , de 4 de Julio, introduce una regulación del uso de las aeronaves civiles no tripuladas, aeronaves pilotadas por control remoto o drones, para la realización de trabajos técnicos y científicos. En esta norma se incluyen a los drones de peso inferior de 150 kilos al despegue.
No cabe duda que los drones son de gran ayuda, y en nuestro ámbito, el medio ambiente, son especialmente potentes para facilitar análisis de teledetección del territorio. En las siguientes entradas de nuestro blog hablaremos de noticias, aplicaciones, cursos y eventos relacionados con esta nueva tecnología.
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