La agricultura de precisión basa su campo de trabajo en el reconocimiento espacial de las variables que están ligadas a la producción de los cultivos y al área donde se producen. Una vez que se identifican las variables, se localizan, cuantifican y registran espacial y temporalmente dentro de la unidad de manejo donde se producen.
Ejemplo de identificación, cuantificación y registro espacial de variables:
puntos de productividad georreferenciados colectados con un monitor de productividad en caña de azúcar
Dentro de las variables clave está el rendimiento agrícola o también conocido como productividad, el cual en términos agrícolas resume o mide el resultado de todo el ciclo de producción de un cultivo, por lo que su censado y mapeo brindan la posibilidad de conocer cómo fue su variabilidad sobre el terreno y ofrecen la posibilidad de manejarlo.
El monitoreo de la productividad se puede entender como una auditoria que tiene como finalidad medir el rendimiento de nuestro cultivo para y así poder contemplarlo como una línea productiva y cuantificar el aporte de cada una de las subáreas (pixeles o conjunto de isolíneas) que componen un lote como se muestra en el siguiente ejemplo:
Ejemplo de mapa de productividad: Mapa de productividad en caña de azúcar
Por lo cual es una gran herramienta, ya que no solo nos permite evaluar los rendimientos obtenidos por zonas en nuestros lotes y con ello dar una calificación a las actividades realizadas para propiciar dichos rendimientos si no que es un disparador de las actividades que se deben de realizar para la campaña siguiente con el fin de corregir las zonas con bajos rendimientos.
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